El Candil ha sido grabado y editado en disco numerosas veces a lo largo de los años. Hoy haremos un repaso de las primeras grabaciones, las realizadas en la gloriosa época del vinilo.

La primera grabación conocida (Ver imágenes 1 y 2) la realizó el Grupo de danzas de Badajoz de la Sección Femenina de F.E.T y de las J.O.N.S. para el sello Hispavox, que la editó en el año 1963 (Ver Imagen 3) como parte de una serie de folklore tradicional que la discográfica fue editando en los años sucesivos organizada por provincias o territorios que tenían una fuerte identidad en el terreno de la música popular, como es el caso de Olivenza, que también vio editado su propio disco en esa serie (Ver Imagen 4).

Llama la atención, lógicamente, que El Candil no apareciera editado en ese disco propio y no fuera interpretado por el Grupo Mixto de Coros y Danzas de Olivenza de la Sección Femenina de la F.E.T y de las J.O.N.S., sino por el de Badajoz, como decíamos antes, dado el origen oliventino de dicho tema.

Esta primera grabación, a cargo de Manuel Núñez como director y acordeonista, Niti Gallego, como cantadora, Camilo Fernández y J. Luis Herrero, a la flauta y a la guitarra, respectivamente, ha sido reeditada en numerosas ocasiones por el mismo sello en años posteriores hasta la década de los 80, protagonizando además una curiosa historia que contribuyó enormemente a la difusión nacional e internacional de este de este representativo tema.

A principios de los 70, un locutor de radio francés, de turismo por nuestras tierras, tuvo ocasión de escuchar El Candil, teniendo la feliz ocurrencia a su vuelta a Francia de usar este tema como sintonía de su programa de radio. Poco a poco fue haciéndose más y más popular la canción llegando Hispavox a licenciar al sello Polydor una edición en single de El Candil en ese país (Ver Imagen 5) para aprovechar la creciente demanda que tenía entre el público francófono, y más tarde otra edición en Bélgica (Ver Imagen 6), que ya se había contagiado del "Sonido Badajoz", como llegaron a denominarlo en su momento.

Aquí en España, El Candil había pasado totalmente desapercibido para el gran público, por lo que no tardó en aparecer una edición para el mercado patrio (ver Imagen 7) que no pudo reproducir el éxito que llegó a alcanzarse en Francia, a pesar de la intensa campaña promocional con que se lanzó, como indica que se editaran copias de promoción para radios (ver Imagen 8) con un subtítulo que no deja lugar a dudas "Un gran éxito en Francia".

Tras esta curiosa incursión de El Candil en el extranjero, las aguas volvieron a su cauce, siendo desde entonces grabado el tema sólo por grupos folklóricos extremeños, con una sonada excepción (Ver Imagen 9). María Jesús y su Acordeón editó El Candil en el single que mostramos, aparecido tanto en España como en Portugal en el año 1976, como cara B de su famosísimo tema "El Baile de los pajaritos". Realmente todo quedaba en casa, pues María Jesús es extremeña de nacimiento, de Cáceres concretamente, donde vivió sus primeros años, antes de recalar en Benidorm donde desarrolló su carrera musical.

Ese mismo año 1976 aparecía un Lp (Ver Imagen 10) editado por el sello Clave que recopilaba las viejas grabaciones aparecidas en formato Ep de cuatro canciones publicados por el sello Hispavox en la década de los 60. Es de reseñar que ya en la portada del Lp se destacaba la leyenda "Contiene el gran éxito EL CANDIL", lo que hace prueba de la enorme difusión que alcanzó la canción.

En la década de los 80 aparecieron, que sepamos, dos nuevas grabaciones de El Candil, la primera de ellas a cargo del Grupo Tierra de Barros, de Almendralejo, quien la editó en un Lp bajo la firma Sonifolk publicado en el año 1983 (Ver Imagen 11), y la segunda grabación realizada por una selección de músicos de nada menos que catorce grupos folklóricos de la región formada para la ocasión, que apareció publicado en el Lp recopilatorio de música popular promovido por la Editora Regional de Extremadura bajo el título genérico de "Lo que hay que oir" (Ver Imagen 12), una serie de discos aparecida en 1989 que recopilaban los distintos géneros musicales de nuestra región.

Ya entrada la década de los 90, aparecieron de golpe en el mercado tres nuevas grabaciones a cargo de otras tantas formaciones folklóricas extremeñas, auspiciadas por la aparición de sellos discográficos radicados en nuestra región, como Jammin´ (Mérida) y Dodo Records (Puebla de la Calzada). En 1991, ambos sellos editaron sendos Lps que contenían su propia versión de El Candil, el primero de ellos a cargo del Grupo Nuestra Sra. De la Antigua, de Mérida (Ver Imagen 13), y el segundo a cargo del Grupo La Jara, de Badajoz (Ver Imagen 14). El sello Jammin´ tuvo ocasión de plastificar dos años después una nueva versión de El Candil, tal vez la más personal o al menos la que más se apartaba de las grabaciones originales. El grupo Manantial Folk fue el encargado de grabar la última versión de El Candil que conozcamos editada en vinilo (Ver imágenes. 15 y 16) en un single promocional que se difundió como adelanto de su Cd titulado "Del natural".

Trabajo de documentación de Máximo Diaz Peña. Para más información:  maxdp7@hotmail.com

Si hay una característica que pueda definir la idiosincrasia de Olivenza a lo largo de sus más de setecientos años de existencia, a través de la alternancia de nacionalidades y avatares bélicos, ésta sería, sin duda la mezcla. Al margen de los vaivenes de la Historia, las relaciones entre uno y otro lado de una raya difusa pero permeable siempre existieron a pesar de las fronteras políticas. Al pasar la ciudad y su término a manos españolas a principios del siglo XIX el fenómeno del contrabando hizo posible el intercambio no sólo de mercancías, sino también de ideas y cómo no, de formas y estilos musicales.

Durante los primeros años del siglo XX los maestros José y Baldomero González Díaz y Antonio González Martínez, miembros de una conocida saga familiar oliventina de afamados sastres: los Mantequiña, ejercieron su actividad profesional a ambos lados de la raya. Pasaban temporadas en el Alentejo portugués y en Olivenza. Su doble condición de artesanos de profesión y músicos por afición les puso en contacto con clases populares y cultas de origen portugués y español, ya que tanto hacían trajes y capas para la burguesía como pantalones de faena y camisas para gañanes y gentes del campo. Fruto de estas circunstancias fue la asimilación de melodías, esquemas musicales y coreografías que, una vez instalados definitivamente en Olivenza, fueron el germen de lo que sería el repertorio del grupo de Coros y Danzas de la Sección Femenina, que fundaron en 1943 con Encarnación Ramallo de la Granja. Los dos bailes más populares de ese repertorio han sido La Uva y El Candil.

Según algunos estudiosos, algunas de sus características parecen indicar que lo que hoy conocemos como El candil es el resultado de la fusión de un tipo de fado lento bailado en el Alentejo, el fado batido, llamado así por uno de sus pasos que consistía en pegar con el pie en el suelo (bater en portugués significa pegar), cuyo ritmo se "agilizó" al españolizarse. En cuanto al nombre, otros apuntan a que se gestó en casas particulares a la luz de un candil, sobre todo en las veladas de invierno. Si bien su coreografía es bastante compleja, (la letra sería añadida con posterioridad) la melodía en cambio es sencilla, alegre y sobre todo pegadiza, clave quizá de su éxito. La primera grabación conocida se remonta a mediados de los años sesenta del siglo pasado, y desde entonces, ha sido versioneado por varios intérpretes.

Al margen de otras consideraciones o del acierto o no de las teorías que sobre su origen se han formulado, El candil es el resultado musical más conocido de esa mezcla de culturas forjada en Olivenza. Su difusión a partir de los años cincuenta del siglo pasado con las actuaciones del Grupo de Coros y Danzas por Extremadura, España, Portugal, Europa, América e incluso Oriente Medio permitieron a El Candil traspasar las fronteras de lo estrictamente local y llegar a convertirse con el transcurrir de los años en el himno que hoy todos conocemos.

Trabajo de documentación de Jaime Vega Gonzalez.

El candil es el resultado musical de la mezclas de culturas portuguesa y española,y que se forja, como es obvio en Olivenza, a través de las clases populares pero que estas también eran cultas y de origen español y portugués, además se añadía su condición de músicos y artistas aficionados a los cantos típicos de la zona , que sonrecios y fuertes. En Extremadura y el Alentejo se bailaba a la luz del candil y estea la vez servía de guía para los mozos que iban al baile. Muchos años después en pleno siglo XXI, “El Candil” se graba con diferentes ver-siones, para hacer de este tema un himno que una a extremeños y alentejanos por igual ó lo que es lo mismo, que independientemente de las buenas relaciones entre Portugal y España y aunque Extremadura y Alentejo sean dos mundos diferentes,por primera vez en nuestra historia compartida tengamos algo en común que nos una y nos divierta como es el resultado musical mas conocido a ambos lugares de la frontera y que denomina El Candil.

Paco Lobo.